viernes, 14 de agosto de 2009

Anestesia epidural: pro y contra

Al final del embarazo, cada futura mamá tiene un pensamiento fijo: vivir el momento del parto como perfecto. Pues, está muy ocupada, miles cosas que hacer, como decorar su cuarto y comprar todo lo necesario para su confort, bienestar y seguridad, como pañales para bebes, carrito, accesorios para el baño, baby control y mucho más.
Además, llega también el momento de las dudas y preguntas sobre el parto y el dolor físico en aquel momento.
De hecho, dar a la luz un bebé sin sufrir… ¡es un sueño!
Por eso, muchas futuras mamas, hoy día, prefieren enfrentar al parto con la ayuda de la anestesia epidural, que los medicos consideran segura y eficaz porque no solo permite no sufrir dolor, sino también permite a la mujer de percibir las contracciones y los tiempos de los empellones.

¿Qué es la epidural?

La epidural es un tipo de anestesia local que deja insensible la zona inferior del cuerpo, por lo que la futura mamá no siente el dolor de las contracciones durante el trabajo del parto. Se trata de un anestesico muy similar a él del dentista, que no pasa en la sangre y no conlleva efectos al bebé.
La anestesia se inyecta en la parte inferior de la columna vertebral mediante una aguja aplicada a un catéter de plástico, que llega hasta el espacio peridural, zona en la que se encuentran las fibras nerviosas responsables del dolor.
Es importante saber que no hay riesgos de daños a la columna vertebral porque protegida por un estrato muy espeso.

La anestesia epidural se aplica pinchando en la zona lumbar de la columna vertebral, previamente insensibilizada con un anestésico local. La aguja se inserta entre la segunda y tercera vértebras y penetra hasta el espacio epidural, situado entre las paredes óseas del canal medular y la duramadre (envoltura de la médula).
Luego, se mete un catéter (que queda insertado tras retirar la aguja) a través del cual se van aplicando las dosis de analgésico mediante una bomba de infusión. La introducción de la aguja y el catéter se efectúa después de aplicar una suave anestesia local.
Por ello, la mujer no advierte ningún dolor, ni siquiera durante la fase preparatoria; durante la aplicación, es necesario que la mamá se tienda sobre un costado; a continuación, puede adoptar cualquier posición, así como realizar algunos movimientos y, si lo desea, caminar.

Efectos sobre el bebé

Hay corrientes de pensamientos según las que nacer con epidural es, para el bebé, en la mayoría de los casos, más seguro que el método tradicional. Vamos a descubrir el porqué:

- Si el trabajo del parto dura mucho, hay riesgos que el bebé sufra el estres y que eso interfiera en su bienestar
- En casos de complicaciones y, pues, de una cesarea urgente, la mujer ya está anestesiada y lista para la intervención, sin perder tiempo
- La epidural acorta la fase de dilatación, pues el trabajo de parto es más rápido
- La relajación del cuerpo de la mamá durante el parto, permite un aporte mayor de oxigeno, no solo a ella sino también al bebé durante el trabajo de parto

Sobre la fase de expulsión hay opiniones diferentes con respecto al tiempo: según alguien, la epidural tarda la fase de expulsión porque la mujer, que no advirtiendo dolor, no colabora de manera eficaz; según otros, en cambio, mucho depende de la experiencia del doctor y su abilidad en los partos.
Además, hay que tener en cuenta el riesgo de que el bebé que nace con epidural tenga efectos de desorganización de los reflejos de busqueda y succión al pecho; después del nacimiento, de hecho, es posible una menor acción del proceso de lactancia y esa dificultad puede continuar un mes.

Efectos sobre la mamá

Como varias mamas no consiguen una gestión de los dolores de las contracciones, por su alta intensidad, gracias a la epidural, las mamas tienen posibilidad de vivir un parto diferente y sin dolores.
La anestesia epidural, pues, ayuda la mamá a relajarse porque no percibe más el dolor y no contrae los músculos.

Pero, la epidural no significa solo beneficios, sino hay aun aspectos negativos.
La mujer, de hecho, si decide por esa técnica, necesitará, como ya explicado, de un catéter para la eliminación de la urina y no podrá alzarse nunca durante el trabajo del parto. Además, puede provocar sensaciones de temblor, aunque soportable.
Es importante saber que la epidural no siempre funciona: hay mujeres que lamentan dolores lancinantes, en prueba de que no tuvo eficiencia.

Mamas ¡hay que informaros!

Aunque los medicos consideren la técnica epidural segura y eficaz, no todas las mujeres, de los varios Países, no confian en esa técnica; mientras, por ejemplo, hay paises como la Francia y la Inglaterra donde es muy difusa. Razones de desánimo pueden ser falta de personal y servicios en los hospitales, o prejuicios o dudas sobre los posibles problemas después de la inyección.
Por eso, la mejor solución es informarse muy bien y pedir consejos al propio medico, aun sobre el hospital que se elige para el parto.

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