viernes, 7 de agosto de 2009

Como proteger a los niños del sol

La luz del sol, sin duda, procura efectos positivos al organismo porque favorece la producción de vitamina D, necesaria para el desarrollo del sistema esqueletico, estimula el metabolismo, refuerza el sistema inmunitario y ayuda el humor. No obstante, exponerse a los rayos del sol durante mucho tiempo o de manera incorrecta, puede causar daños aun graves, sobre todo si la piel es la delicada de los niños. De hecho, la piel de un bebé es mucho más sutil de la de un adulto, pues los rayos del sol penetran más simplemente. Además, todavía no tiene los receptores de las sensaciones de calor y las celulas defensivas no funcionan de manera perfecta.
Es necesario, pues, seguir unas reglas para evitar daños a la piel delicada de los bebes. Ha sido demostrado como los daños a la piel pueden salir y mostrarse después de años de expocisiones largas al sol.

He aquí unas reglas sencillas para proteger los niños de los efectos negatives de los rayos del sol.

Evitar exposición directa

No exponer bebé directamente al sol, sobre todo si son muy pequeños. Antes de los 6 meses de edad, los bebes no deberían exponerse al sol con la piel desnuda; después de 6 meses, pueden hacerlo pero con muchisomo cui dado. Hay que evitar, de manera absoluta, exposiciones durante las horas más calientes (de las 11 a las 16), porque aún a las sombras no está bastante protegido, porque los rayos llegan por el agua y la arena. Para jugar en el agua o en la arena hay que esperar las 4 de la tarde y hay que tomar unas precauciones. La piel debe ser protegida por ropa de algodón y ligera, los ojos por gafas a norma CE y la cabeza con un sombreo pequeño y ligero. De todas maneras, no hay que dejar los niños bajo el sol durante mucho tiempo, tampoco en las horas permitidas.

Usar protecciones solares

Hay que untar la piel del bebé con una crema con alta protección. Hay varios tipos de cremas solares para niños, pero lo mejor es siempre una crema con la protección más alta. Nunca hay que utilizar una crema con factor de protección más bajo de 15, aun si ya un poquito moreno o con piel oscura. Si la crema es resistente al agua, hay de todas maneras repetir la aplicación. A casa, después del baño, hay que aplicar mucha crema hidratante para después del sol.

Seguir una alimentación correcta

Para evitar fastidios, malestar, como el sol puede causar daños, hay que seguir una alimentación ligera, rica de liquidos y de sal mineral. Es importante elegir alimentos como cereales, yogurt, lacticinios, tomate, huevos, pescado y, sobre todo, fruta y verduras. Recuerda que los bebes deben beber mucho: hay el riesgo de deshidratación porque “no se acuerdan” de la sed. Si el niño bebe con el biberón, hay que rellenarlo a menudo; si, en cambio, ya bebe solo, hay que ricordarle de beber agua.

Cuidado al sol de la ciudad

A menudo no nos recordamos que el sol peligroso no es solo el de la playa, sino también el de la ciudad. Hay que cuidarse y proteger el bebé aun cuando se va de paseo con los cochecitos, o en los jardines, cuando se balancea con los columpios y cada vez que está afuera de casa. Si hay mucho calor y el sol es demasiado fuerte, hay que untar la piel con la crema solar aun en la ciudad. Y¡cuidado en el coche! Aun cuando está en la silla de coche el sol llega y es fuerte.


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